Por Cheché Dorta.-
Es la pregunta que llevo haciendo a los que conocen
Venezuela, a los isleños retornados o a los nativos que moran acá. No he
obtenido ni una sola respuesta razonada: es la inseguridad, dicen unánimemente.
Añadiendo el consabido “¡lástima de país, con lo rico que es…! latiguillo (…)
que se usa desde que tengo uso de razón y cuándo los ricos despilfarradores
importaban hasta el agua desde Escocia para rebajar el whisky, después de la
arepita. Otra herencia de los gallegos y no pocos isleños, nuevos ricos ambos.
Como aquí. Cuando la república bolivariana era la octava isla. Y el puerto (de
Santa Cruz) lo primero, después del inútil, caro y mafioso de Granadilla, o el
de Garachico y otros pantalanes. Ahora sale Plasencia, ex emigrante que
defiende al de Abona, quejándose de lo que él ha defendido.
Por lo que es obligada – la esencia de este ensayo - la pregunta: ¿por qué el presidente de Venezuela
que, a lo mejor, tiene parientes en Fasnia (por lo de su segundo apellido), es
tan criticado con ferocidad por los canarios que nada saben de su vida ni del
país…? Vasallaje y correa de transmisión. No se me ocurre nada razonable.
Porque Chávez ha ganado, democráticamente, todas las elecciones. Y que no me
hablen los expertos (…) de compra de votos, de la libertad de expresión los que
jamás leen un periódico o de que es autoritario o que no sabe hablar. Habla
mucho mejor y es más simpático que Zoria, el nuestro, a proponer. No es
avaricioso ni se le acusa de ladrón ni de evadir capitales (nada que ver con
nuestro duque y otros patriotas), y – sobre todo – en boca de los que se
hicieron ricos allá, pues, abusando de sus paisanos hasta límites difícilmente
comprensibles y que hoy, acá, se hicieron demócratas aunque en el fondo de su
alma de mercaderes añoran a Franco y a Pérez Jiménez, o viceversa. Y salieron
de estas peñas con una mano delante y la otra cubriendo la retaguardia. Unos
escarranchados con plata y poco más. Bueno, y antichavistas irreductibles.
Golfos amantes del muy canario deporte del golf, tan ecológico y que ha dado
tantos puestos de trabajo.
Porque Chávez es indio, tiene el pelo crespo y rojillo,
aunque muy católico, pero no de la secta inquisitorial. Ese es el resumen que
intuyo. El resto es la hampodata, la mamadera de gallo y no pararle bolas a esa
vaina. Todo muy gracioso y lleno de sabor. Pero aún, a estas alturas, no hallo
respuesta que aclare algo del enunciado. Es – salvando las distancias – como el
vecino que arroja la colilla del cigarro al piche, a veces bajo los coches y
lleva todo el verano quejándose que no se limpia el monte y que no hay derecho,
el muy cabrón. Un sucio espécimen, tal vez un hombre (…) maltratado, como si
fuera o fuese el esposo de una ministra del ramo.
No es creíble que se haya pegado fuego a la mayor refinería
de petróleo del país, como el monte único, acá en La Gomera. Ni tiene lógica, o
sí. Y viendo el nivel de la colonia (que no es un perfume) de mis vecinos tan
sabrosones, tengo todo el derecho a desconfiar. Y usted también, señora. Y causó
más de cuarenta muertos. Es la inseguridad que relatamos, como la colilla bajo
el coche de gasolina y de la pura caimanera. Creo. ¿Un sabotaje?, posiblemente.
Como la guerra de Cuba en versión moderna.
Y los educados (…) en los principios cristianos estaban
deseando que don Hugo muriera pronto y que el cáncer se lo llevara por el bien
del país y, por fin, regresaran las oscuras golondrinas que dieron carta de
naturaleza a la famosa frase que hay que repetir: ¡lástima de país con lo rico
que es!
Exactamente.
Aquí también hay inseguridad, desapariciones, robos,
maltrato, etc, …más de la cuenta. Y sobre todo, no estamos seguros de que la
semana que viene, por ejemplo, nos recetarán las medicinas.
Y estas reflexiones deben continuar porque en octubre hay
elecciones en Venezuela, que antes de Chávez era la octava isla, y desde ahora
se montarán plataformas con dinero inocente (tal vez petrolíferas), y pondrán
guaguas para los que quieran votar en contra y habrá un evento con arepas a
punta pala y música llanera. Muy llana. Como el pueblo. Acá y allá.
¡Lástima de país, con lo rico que es…!, sigue diciendo el
malandraje que, a mi por lo menos, nada nuevo ni bueno me han enseñado. Todo lo
contrario. Y lo de Radonsky me suena a polaco, a Wojtyla, a Walesa y a la
descomposición. Todo se repite. Como un pabellón criollo con mucha guasacaca.
O el musiú que era el isleño, el que se fue en los años del
hambre. Lo dicho: todo se repite, por lo que reiteramos la pregunta del
enunciado:¿por qué es malo Hugo Chávez…?
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