miércoles, 23 de noviembre de 2011

Costa Rica y el pisito

Es un título casi perfecto para definir una de tantas
situaciones que el ser humano o racional puede estar
sufriendo, o no. Lo cierto es que en este día martes
se puede ver en dos cadenas de las teles dos mundos
distintos, lejanos o cercanos a la vez y cada cual elige lo que elige. Es la libertad me dice un indignado contra si mismo.
En lo tocante al fútbol no se entiende como unos mimosos atletas van a un país de Centro América que ni tiene tanta costa ni es tan rico por cobrar un montón de euros y perder el partido que es nada si se pierde la vergüenza visto lo que cobran: casi un millón de euros cada mes como si nada (y esto lo sabe hasta el que lee, solamente, prensa deportiva, inclusive mujeres hembras, las pobres estreñidas) y que – intuyo –no visualizarán El Pisito que es la excelente película que dan a la misma hora por la dos. Todavía hay clases, me apunta un facha poco elegante pero que tiene algo de razón.

Es decir: un partido de fútbol (ya se están pasando los futboleros, en todo) y una película de las que ya no se hacen y a la misma hora en el mismo día y al alcance del mando, el único mando que tiene el cabeza de familia tradicional, ojo, y que hay libertad de elección como el 20-N. Abramos un paréntesis para confesar que en este momento dado me gustaría estar en la barra nada brava contemplando a los “independentistas” de boquilla con el pecho henchido de pasión muy, muy española. Creo. Y me sentiría mal regresar al lecho y sentirme el más nacionalista de todos porque ocupo, una noche más, el lado de la cama que me tocó en suerte. Y defenderé esa parcela hasta que pueda o me dejen. O tiro de la manta, que es cuando “la” mujer se queja de frío y uno – sacando fuerzas de flaqueza – abre el ropero y deposita el edredón sobre la colcha para que abrigue nuestros cuerpos ateridos. Una caridad.

Costa Rica: un poema que se saben todos los promotores, como conocen el mundo del piso, del apartamento. O sea que el mundo es un pañuelo una vez más. Una dualidad que sólo se da de vez en cuando. Hoy, verbigracia,  dan – insisto – a la misma hora del mismo día una película por la dos y otra comedia por la uno y ahora que escribo me dice un forofo (…) que España, ¡España! va perdiendo el partido de fútbol. La campeona del mundo. Mientras, en la dos, la esencia del argumento es que una familia lucha por conseguir un piso con techo y agua para vivir, lo que demuestra que la cosa viene de lejos y tan cerca que ayer dimitió don Silvio y hace una semana don Papandreu, representantes de Roma y Grecia que fueron la base de todo lo civilizado de la Europa que gobierna la sílfide de Merkel y el cojitranco de Sarkozy, pareja de hecho, que se reúnen para decir que somos pobres y vuelven a reunirse para decir que somos más pobres cada día.

Costa Rica y El Pisito. Perfecto.

Y dice Marichal – presidente de algo me dicen -  que las chicas guapas son la de El Toscal, canta una rondalla allá por Las Teresitas que ya ni hay delito ni nada. Por lo que doy fin a esta crónica porque no puedo superar (lo reconozco) al párrafo anterior: Costa Rica y El Pisito. Y una retirada a  tiempo es una victoria. El lunes hablamos.

Cheche Dorta
Guía de Isora 21 de Noviembre de 2011