miércoles, 28 de marzo de 2012

FUI MONAGUILLO

Por: Cheché Dorta.-
Que era actividad en aquella ya lejana infancia que enseñaba trucos y no escasos conocimientos sobre los entresijos de los templos, la trasera de los altares, la empinada cuesta de la escalera de la torre, el pendular de las campanas, el vino y el agua, las obleas que podían comerse antes de la consagración, las imágenes condenadas al sótano de la sacristía, el andamiaje de la virgen antes de que la vistieran, la perfecta floración del monumento, el comprobar que el sacerdote vestía pantalón bajo la sotana, el mareante olor del incienso, el negro esencial de los cortinajes, el salado del agua bendecida, el fuelle del órgano y sus sonidos del siglo anterior, el púlpito como una copa de buena madera, el verbo florido y convincente del predicador, la plata del cirial, el oro de la corona de la imagen, la tea mora de la techumbre, el barroco vertical del cuadro de las ánimas del purgatorio, la mano del sedente y la cabellera del nazareno, las espaditas indoloras de la dolorosa, el corazón de Jesús, el paño de la verónica y la postura arrepentida de la magdalena, los cascabeles perfectos de la urna funeraria, la impávida expresión de los santos varones y la andrógina mejilla de san Juanito, o la adusta mueca del Cireneo que cobró lo pactado, o Iscariote – el otro Judas – que sigue su papel de malo. Aunque la mies es mucha, decía y dice el padrito. Y no, no, porque ha llovido poco, se queja en silencio un agricultor de mucha fe.

Todo lo dicho y mucho más se aprendía durante el ejercicio de monigote que ya se dijo que endurecía el ánimo y preparaba a los magallotes para futuras miserias. Y recuerdo ahora que la sotana encarnadenta era muy cómoda para orinar tras el altar, lo que no es poco, lo que no explica el porqué los curas se pasaron al pantalón, mientras las sabias monjitas mantienen la fidelidad a la prenda como su adoración porque el sacerdote, varoncito, use perneras bajas en la cruz de esa prenda             que en aquella época era totalmente masculina, hasta que las mujeres de la cochinilla la descubrieron. Otra superstición de las costureras de ropa de hombre,  un anhelo inalcanzable. Y también me viene a la memoria los diferentes toques de campana, los lúgubres dobles de luto, la aguda llamada de un entierrito o el alegrón repique de las vísperas de fiesta patronal.

¿Te acuerdas de los agujeros del bajo de la sacristía, llena de flores muertas- una cursilada – dónde se podían contemplar los mulsos inaccesibles de las camareras…?, sí y me persigno. ¿Te acuerdas, insiste el enredador, de los cigarros Cool, mentolados, que fumábamos en la tronera del coro, arriba en la torre..?, sí. ¿Te acuerdas de los peos y de los gufes que sulfataban las novenas…?, no, pero sí de las viejas que orinaban de pie…¿Te viene al tino la confesión y el olor a tabaco bueno que desprendía la voz del cura tras la celosía?, si, demasiado que sí. ¿Cuántas veces, cuántas…?, insistía el clérigo, ¿cuántas?, no sé…reza cincuenta avemarías y otros tantos señormíojesucristo, es la penitencia que te impongo, ¡hala , ve y no peques más!

Una etapa, una sotana, un descubrimiento. Fui monaguillo…¿y qué? Tal vez de aquel tiempo me ha quedado la constatación del latín, sí, que aún mantengo que era (…) un idioma que podría haber ahorrado muchos dolores. Y como la Semana Santa está a la vuelta de la esquina, creo que sacar a la luz estos recuerdos no hace daño a nadie, aunque nunca se sabe. Y aprovecho para decir que me gusta el barroquismo de esta fiesta, el orden tácito de la gente, el sonido del silencio, las flores y el olor, la cera de las velas, la banda de música que madruga – como siempre lo hacen – para tocar el adiós a la vida con una concentración de pentagrama matemático, las venias, los encuentros y otras cuestiones artesanas y atávicas. Y, no me gusta, la fe inquebrantable, el misterio nunca demostrado, el confesar una vez al año, la tristeza violeta que inunda todo, la matraca, los sermones que ya no son lo que eran, el calvario, la sangre, la cruz como instrumento de tortura, el velo de la Verónica y el llanto de la Magdalena, un día (sólo) un día para el amor fraterno, el buen ladrón y el otro, el judas malo y el otro, los esclavos (….) del Cristo que acaban de quitarle su morisca pátina, los fusiles de gala guardando un ataúd, las promesas dónde se mortifican las rodillas, las hermandades y las cofradías, los regañados del purgatorio, la parafernalia y la bula. Y algunas cuestiones que todo el que quiera puede conocer. También defiendo a La Pascua Florida que se hace en mi pueblo y que es una excelente iniciativa que debería ser permanente y aprovechar esa creatividad para que todos los rincones olvidados se llenen de arte, porque existe.

Fui monaguillo. ¿Y qué? Es una experiencia. Y haber conocido la atmósfera feroz de las sacristías, que no es poco para uno que era un tierno (…) infante vestido de falda encarnada.

Por cierto, no hubo, en mis tiempos, monaguillas. Como no hay sacerdotisas ni obispas. Y las papas se reducen a un tubérculo y poco más, que este año de pertinaz sequía se pondrá por las nubes que niegan el agua. Y dios está arriba, con la llave inglesa (…) por si se le ocurre virar la torna. Y se intuye que esperará a que la semana de pasión transcurra para que los piadosos católicos desconecten, carguen las pilas, pasen unos días sagrados en esas playas y retornen a la rutina muy machista y discriminatoria, como todas las religiones. La que desde que se inventó refrena la libertad. Pero algo tienen que haber, dice un escéptico coyuntural.

Rutina. O el propósito de enmienda que nunca se cumple. Y ahora se presenta, otra vez, una oportunidad para arrepentirnos, confesar, comulgar y cumplir con alguno de los mandamientos de la ley de Moisés, aunque sea la mitad de ellos, porque el no matarás o no desearán a la mujer de tu prójimo, o no cometerás actos impuros ya están obsoletos, como la penúltima reforma del Padrenuesrto – muy apreciada por los humildes futbolistas – ya no recoge la frase “así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”, obviamente. Llega, ya, la Semana Santa, otra fiesta más.
foto: Extraída de la web

sábado, 17 de marzo de 2012

PETRÓLEO O GAS, me es inverosímil


Por: Cheche Dorta.-
Dicen los entendidos en la materia que el principal negocio y forma de vida de Canarias es el Turismo y, además, que el paisaje, el sol, el mar, las plácidas ballenas y la tranquilidad hacen que más de doce millones de subnormales europeos, peos, vengan a gozar de los condicionantes citados. Y también lo saben los que quieren saber algo que el ministro ¿canario? del ramo, además de industria, es don Soria, al que don Mariano, ano, premió con ese cargo por su lealtad casi lacaya.

Pues bien, hoy viernes 16 de los idus de marzo, un día después del asesinato de Julio César, el gobierno de las Españas todas acaba de aprobar que a REPSOL,  pura poesía, se le autorice horadar los fondos marinos aledaños al archipiélago a ver si sacan petróleo. Así de crudo, camarada. Una medida de urgencia por si la Europa rendida les pone una tasa mucho más cara que la que hoy pagarían o no. Es la ventaja de tener información privilegiada.

Y resulta – hay que decirlo – que dejé mi butaca en la avenida y entré en el bar dónde dime cuenta que ¡el único canario era yo! (tengo la partida de nacimiento). Había un gallego bajito y farruco, mal hecho;  una pareja de peninsulares con un Mercedes de segunda mano pero muy aparente, aparcado puerta con puerta y la camarera una chama antichavista, faltaría más, que gobierna detrás de la barra el mando de la tele que en el  momento en que me introduje en el antro proyectaba un partido de baloncesto de no sé qué liga, mientras, en la por mi desnostada TVC, hoy no,  porque era de obligado cumplimiento verla en ese instante, ya que el Presidente del Gobierno de Canarias hablaba del petróleo y sus posibles consecuencia.  Y no le gustó a la retornada, que le pidiera – por favor – que pusiera la rueda de prensa que a mi me interesaba; a ella no, aparentemente, pero mucho más que a mi. Y el gallego, paisano de Rajoy, se fue, o no; como es gallego no se sabe si se va o se queda. La cutre pareja a lo suyo. Alguien los dejó entrar.

Pocos meses antes, en esa tasca y con el mismo elenco la mayoría insultaba a ZP. Hoy pasó lo que narro. Indica, creo, vasallaje y todas sus consecuencias. Y a los hechos me remito. Porque aparte del decreto a traición del gobierno de España, tenemos a un ministro de derechas de toda la vida que, perdón, ser de derechas en Canarias es – coma –  criada de cura, esclavo del Cristo o ser del PP. Pero es que los ochenta y ocho municipios de las islas votaron, todos, al PP, porque tengo poca defensa. Toditos, mi niño. El PSOE tampoco está para echar voladores, ni fu ni fa. La mayoría tendría que dimitir si tuvieran algo de vergüenza.

Entonces no queda más que decir que hay que joderse. Por lo menos hasta el dos mil catorce cuando la bolsa, un problema para la mayoría, el índice de la deuda y otras morisquetas se vendan como que están remontando y, entonces, el obrero dirá que la cosa va cogiendo centro y ya, ¡por fin!, la economía mejora, gracias a dios, y que la crisis se supera. Ya te decía yo a ti que el Soria era más listo que una tea (…)., preparado y con rejo. Por algo fue alcalde de Las Palmas de Gran Canaria y presidente del Cabildo de esa Isla, algo tendrá, digo yoooooo. Y ahora es ministro, un talento que en un par de meses quita las subvenciones en el asunto aéreo, aprueba a REPSOL,  se afeita el bigote y no pasa nada. No pasa nada, porque es eólico herético, un hijo del viento que se sienta do odian al viento. De su hermano nunca más se supo ni se sabrá.

Paisano, dice el presidente y uno añade: tenemos el ejemplo de ENDESA/UNELCO o de TELEFÓNICA que cerraron sus oficinas, y no crearon puestos de trabajo, puede comprobarse, por lo que sospechar de sus primos de REPSOL no es ser mal pensado. Poco les importa la vida en Canarias. Y es que hay que decir con claridad que pocos peninsulares buenos han venido. Y si conoce a más diez me los presenta, a ver si pasan la ITV, otro abuso mafioso. Extrapolable a alemanes, tan simpáticos, como frau Merkel, símbolo del feminismo universal. O, regresando, a nuestro Soria, otra sílfide sim-pa-ti-qui-si-mo, que dejará bien alto el pabellón de su tierra de acogida, o su mar (creo que es armador). En el cuartel, antes de su derogación precipitada, se le daba un máuser a un isleño y podía masacrar a toda compañía; hoy la historia se repite, con otro nivel, en la figura de nuestro Soria. Doble vara de medir: nadie lo insulta, nadie lo cuestiona…hay miedo. Miedo.

Alguien vio en el Puerto de la Luz a una escuadrilla de maquinarias que tenían pinta de ser plataformas petrolíferas. Y nadie dijo nada. Tendremos, a lo mejor, petróleo como tenemos la refinería y el litro de combustible cuesta hoy mucho más que dos de leche y la bombona de butano pa qué decir. Y no pasa nada. ¿Le ponemos un euro a los móviles?, ¿vale?, no, ¡tu estás loco! ¿Un eurito por ver las obscenas teles?, tampoco, tu estás loco. ¿Un eurito a la maguería que no ve al Teide pero sube?, no, tu estás loco, espantarías al turismo, como se nota que no estás preparado ¿Un euro a los safaris en cuatro por cuatro?, no, no es rentable; ¿un euro para dinamitar al teleférico?, ¡por favor, eso es terrorismo! ¿Tumbar las torretas de UNELCO?, ¡ni se te ocurra!, te detienen y te esposan.

REPSOL sacará petróleo o no, pero Canarias no tendrá ningún beneficio. Al contrario, cuando el mar se torne oscuro y las gaviotas (…) mueran como los moritos de antes en sus pateras nos daremos cuenta, o no. Pero los ochenta y ocho municipios de Canarias – inclusive El Pinar – votaron a Soria. ¿Qué esperaban? Ahí lo tienen y no ha hecho más que empezar su trayectoria.

Hay que joderse. Otra vez.

Foto: Web

miércoles, 14 de marzo de 2012

EL GARROTE VIL

Por Cheche Dorta.-
Hay que reconocer que lo que intento escribir es asunto apropiado para hacer chistes fáciles, pero es reciente y muy ilustrativa y a cualquiera con curiosidad le da pie para entretenerse. Y me refiero a la foto de (de) Guindos a punto de ser asfixiado por su colega y correligionario, un tal monsieur  Junker que sigue mandando al paro a los que domina y que merece un pequeño comentario, porque el observar a nuestro máximo representante y responsable (…) de la economía patria, cabezón como un personaje de Berlanga, de barba trancada, bajito y farruco; con un europeo de andar por la casa de los mercaderes de la nada, calvorota como un futbolista en plena forma; un español de este tiempo, en suma, y que aunque perezca mentira fue responsable de Lehman Brother, el banco que empezó el declive adredemente, junto con la Trilateral que se esconde pero gobierna. O sea. Un apolíneo carpetovetónico, aledaño a Esperanza, a Báñez sex símbol,  a nuestro teñido, perdón, Soria. O un poco más radical que Spínola, el carismático socialista todo glamour, puerta con puerta con el teniente Abreu que ya está echándole el ojo a los cementerios y crear en un alarde de imaginación una serie de parques para mascotas, que en mis tiempos era el perrajiento de la pandilla y hoy es, a lo mejor, una iguana pacífica. Cualquiera con sangre no habría permitido este gesto, el del abrazo a don Guindo. Pero ello son los que están al frente amplio, como la de don Luis. La excelencia, per se.

Junker parece decirle a de Guindos el “yo también te quiero” o que “Dios aprieta pero no ahoga”, cuestiones ambas que no se las cree ni nuestro obispo – tiene que ver con el amor al prójimo - que lleva desaparecido desde su nombramiento: un palmero que ejerce, de afeitado cotidiano y sonrisa fácil: un facha con púrpura ribeteada y de cruz sobre su pechito de oro. Nada dice sobre los pobres de este mundo que es, debe ser, su ministerio. Lleva callado y confiando en Cáritas, mientras no se produzca un incendio.

Pues volviendo al abrazo de Bruselas – que  puede ser la rendición de Breda al revés -  a uno le reconforta, o no, que los mediocres del mundo sean lo que demuestra la foto y que algún día veremos besarse con pasión o con frialdad a  frau  Merkel (en La Gomera con su potaje de berros) con la bien parecida danesa, que pasa de todo, porque sabe que le tienen envidia. Y si entre colegas se ve lo que se ve, como será lo que fue en los años pretéritos, dónde los conservadores de la nada negaban el pan y la sal al cacho cabrón del Zapatero remendón, que también va para calvo sonriente. Y de la Cultural Leonesa. Un amor imposible, que dejó el país en la laja, como diría Alexis el del folclore o Nemesio el de las magmas después de  comer, lamentando que en La Restinga se fue el pescado desde que el agua salada pegó (…) a hervir, como si fueran bobos.

El título de este ensayo sin pretensiones viene a cuento porque el garrote – aparte de un deporte autóctono, como el arrastre de ganado – fue la máquina que pasaportaba a mejor vida (…) a los condenados a muerte hasta, más o menos, el año del señor de 1975. De hecho, ojo chicharreros de corazón y otra gente diez, en 1959 se agarrotó en la prisión de Salto del Negro a Juan García Suárez El Corredera y no pasa nada, mejor no revolver la memoria histórica, salvo una leve cancioncilla de los parranderos de media noche pal día. Hoy, en Bruselas, puede recrearse como un pie de foto, el cariñoso gesto de Junker contra nuestro Guindos, diciéndole que perro no come perro, pero que te aprieto las tuercas petit

Creo que hay que mirar la dichosa foto, concentrados y cerrando los ojos con fuerza y determinación a lo mejor vemos la luz al final del túnel del Bicho, perdón, que es el viario que a lo mejor cierra el anillo insular. Y no estoy mal encaminado. Porque si (de) Guindos es el jefe de los economistas y Junker manda mucho, todo es posible. ¡Que se beses, que se besen!, clama la multitud que orina (Lorca) y que, además, grita el racial ¡viva las cadenas!

Como un riquiraca, como una apoteosis, como un coso, como la guinda del pastel. Una vergüenza más que los patriotas (…) de boquilla sabrán hurtar a la opinión pública que sólo lee prensa deportiva, varoncitos peinados como franciscanos y hembritas con el piercing en el ombligo que antes era la vida y hoy es una fugaz ráfaga de ingratitud (ha quedado muy bien este disparate último). Y terminamos diciendo que si en vez de Guindos hubiera o hubiese sido otro de la plebe, las risas de la multitud (que acaba de orinar) se oirían más allá de nuestras fronteras, llamándole güevón o cosas peores.

Pero siempre nos queda la esperanza (…) de que un artista conceptual – como Warhol – repita hasta la saciedad la dichosa foto y dentro de cinco años cuando la crisis se supere para que regresen los que nunca se han ido, una copia de este abrazo se cotizará en la bolsa y ya la gente normal no se preocupará por el índice ni por el IPC, ni por el barril Brent ni por Wall Street, ni por la falta de potencia del Ferrari de Alonso, ni por la próstata. Son gases, mujer, dice una vecina que pasa de todo. No te preocupes. Estamos en buenas manos. Ellos tienen cabeza, tranqui.

miércoles, 7 de marzo de 2012

DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA


 Por: Cheché Dorta.-
Esta fecha se celebra hace años aunque la mujer ha trabajado desde el principio de los siglos y nunca le fue reconocido lo que era evidente. De hecho, era la costilla (…) de Adán y fueron expulsados del Paraíso porque comió ellacuando el se hallaba inapetente -  relajado de tanta fruta del bosque - del árbol del bien y del mal, un poema gracioso e indescifrable que se ha mantenido desde que los apóstoles analfabetos escribieron el código vial  y la constitución de los esclavos, tal vez la mejor operación de marketing jamás diseñada. Pa mi que por los de la Coca-Cola. Y está bastante bien que se reconozca a las mujeres su labor en pro de la propagación de la especie humana. Pero hay más, mucho más a favor de las mujeres. Antes del parto, en el parto y después del parto. Ahí comenzó el machismo con el consentimiento de las hembras. Hasta hoy, con los dichosos arándonos. 

Por ejemplo: 

“La mujer canaria que no sabe amar, tanto quiere a Pedro como quiere a Juan”, me apunta un tal Alexis para enredar folcloricamente, y uno le contesta que de eso nada, hay cosas y cosas, ¿me permite?, no. Pues le digo que la mujer del país ha trabajado siempre y bastante más que el hombre, pero oficialmente no, sin cotizar y hasta en su DNI – hace pocos años -  ponía de profesión sus labores. Por ejemplo: hasta los años ochenta del siglo pasado, una señora casada no podía salir del país, abrir una cuenta corriente, firmar un documento.…¡sin permiso de su esposo!, o parir un número insano (…) de hijos – los que dios les mandara -  que ella, la mujer, sacaba adelante dándoles de mamar o remendando sus ropitas que los curas de antes como los de ahora ponderaban que “lo importante es que esté limpio…”; o descalzos (tengo una foto de mi primera comunión muy ilustrativa, ya se ha dicho) los de la última fila, los pobres que han regresado : nunca tuvo buena prensa la lucha de clases y hoy veo a mozalbetes saludables – y calvos, todo hay que decirlo -  y que a lo peor el móvil hace daño a la oreja, tan laberíntica, como el microondas que tuvo su época y hoy es indispensable. De las antenas poco hay que hablar: nos hemos rendido como ante UNELCO, que inicia un nuevo tendido insultante y avasallador, alejado visualmente de la TF – Uno, o dos.  Y me estoy desviando del tema esencial, pero nunca está de más citar estos desencuentros. Creo. 

Seguimos: ya pocos recuerdan cuando hubo varias fábricas de conservas de pescado y cerraron dejando en la calle a un numeroso grupo de mujeres que trabajaban en ellas – no se sabe si cotizando, pa mi que no –  y salinas que fueron destruidas por invasores, olvidando que de ahí procede el salario o las centrales de la Telefónica, hoy prepotente y abusadora y que no tienen oficinas sino metálicas voces escondidas y que cerraron echando a la calle a sus empleados. O los empaquetados de tomates donde las mujeres procesaban esta fruta que lleva desde entonces amenazada y que – valga la redundancia – se vigilaban, como ahora, por un varón al que llamaban encargado, un bestia vasallo que salió indemne de sus abusos contra las mujeres. O que en las huertas propiedad de los hortelanos (…) las mujeres sacaban la zafra adelante mientras los niños, sus hijos – o no – veían el panorama encerrados en cajones de madera entre los surcos de la vida, que fue creemos, el momento en que alguien trajo la letra tan herética que dice que “esta noche no alumbra la farola del mar”, menos mal. O, además, comprobaron que esas mujeres hacían sus necesidades en el barranco (y sin agua ni papel higiénico, ni activias u otros laxantes), y se limpiaban con una piedrita como si nada, tranquilas, felices y contentas cantando. Las señoras hacían todo tipo de trabajos, aunque no podían viajar, ni abrir una cuenta corriente ni firmar compromisos sin permiso del hombre de la casa, que también trabajaba pero menos, ¡pláncheme la camisa que voy a un entierro!. O que el varón se montaba en la mula y la esposa agarrada al rabo (hay documentación al respecto). O que la virginidad fuera condición indispensable para que la comuna diera el visto bueno de la honradez y de la clase, aunque existiera el derecho de pernada que uno no está seguro de que haya sido exterminado. O que ser madre soltera era un crimen, un pecado nefando que condenaba a la mujer al exilio o a considerarse ¡tísica!, para tener plaza en las Casas Cunas que jamás serán investigadas, donde se vendieron infantes a tutiplén. O que muchas mujeres bien dotadas porque dios aprieta pero no ahoga, dicen, amamantaron a los gufiados retoños medio subnormales en las casas donde estaban “acomodadas” que es un sarcasmo cruel. Y que, a lo mejor, se vengaron inyectándole substancias que coadyuvaron (…) para ver lo que se puede ver en esas calles y hasta en mi atalaya que llamo avenida y que son los hijos que bebieron (…) de los pechos de las mujeres que glosamos, una venganza sabia e inclemente. O las artesanas que eran las que lavaban las tripas de los cochinos, criados en familia, para fabricar morcillas que ya se fueron abacoradas por los perros calientes. O las que descascaraban y majaban las almendras – una especie invasora, hay que joderse – en veladas nocturnas y esenciales, mientras los varones hablaban de mujeres que no eran las suyas o del agua que tampoco era ni es de su propiedad, o de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Como ahora. O dar la cara en la venta que fiaba la compra en la liberta dónde todo se apuntaba.  O el agua de los chorros, públicos y hoy clausurados, ejerciendo un equilibrio casi oriental. O que las mujeres siempre fueron excelentes costureras de ropa de hombre a las que le encantaba la cruz del patrón. O cocineras milagrosas que dieron de comer con fórmulas casi alquímicas a su larga descendencia (más de veinte potajes; hoy sólo queda el de berros porque el turismo lo ponderó positivamente). Como el frío o el calor. Y aquí, pienso, tendríamos que pararnos  a pensar  en lo citado antes que es, ni más ni menos, la escena del niño dentro del cajón y que sabe que jamás saldrá del cajón. Puede constatarse hoy día, hasta mandar un mensaje por el móvil que es el lujo de la  clase obrera. “Eres un demagogo”, me dice el responsable de imagen, “lo que acabas de decir no da votos”, ¿vale?, sí, tienes toda la razón, asesor. O que nuestras madres nos endulzaran el día con una taza de agua de yerbas muy sanas, que curaban casi todo, hasta la melancólica luz de la madrugada (esto quedó bastante bien), antes de que el menta poleo lo avasallara todo. O el te verde. O la sacarina que puede ser pareja de hecho con el caminar tan sano, aunque no es tan dulce. 

Lo dicho: las mujeres siempre han trabajado y esta tierra es matriarcal no sólo en el aspecto religioso. Que un día al año se recuerde su labor no está mal. Lo que no es bueno es que cobren menos y que tengan menos cuotas de poder – salvando a Santamaría, Sor Aya, que no aparenta su concentrado carácter – o que Elena Salgado, chiquitita también, haya fichado por ENDESA, vade retro,  o que mi prima, política ojo, se halle en Madagascar haciendo proselitismo malgache, entre una mondisa de monos que son criaturas del señor. A lo mejor se encuentra con un diablo de Tasmania y lo convierte. Son excepciones. 

Madre no hay más que una. Y, de momento, es mujer. 

Felicidades.

martes, 6 de marzo de 2012

EL AGUA (primera entrega)


Por: Cheche Dorta.-
Es la vida, o H2O o el líquido elemento. Incolora, inodora e insípida. Todo esto y mucho más es el agua, tan escasa y tan húmeda. Indispensable. Forma parte de la cultura (…) de las islas desde las primeras décadas del siglo XX, en que comenzaron las galerías, horadando bajo tierra agujeros angostos en busca de la preciada mercancía, que nunca debió ser objeto de trueque. En esas minas, las galerías de agua, trabajaron hombres como los burros y burros como los hombres, ambos jubilados por silicosis, dolores o ceguera que, en el caso de las bestias, se las desrriscaba por inútiles en una ceremonia muy cruel, barranco abajo hasta que fallecieran mirando al cielo que no escuchaba. Muertos de risa.


Paralelamente, la bolsa (…) de esta industria se ubicaba y aún anda por ahí, en la muy chicharrera Plaza de Weyler, que se bautizó en honor a un general mallorquín, bajito y farruco que cometió innumerables tropelías en Cuba, antes Juana. Y allí, cerca de la Capitanía – símbolo del poder colonial muy español – se ejercía y se ejerce la compra venta de las acciones de las comunidades que sólo los fachas rústicos sabían cuándo iba a surgir el agua; magos integrales sin escrúpulos que robaban y siguen robando a ojos vista, porque está muy céntrica esta plaza. De lo que no hay encuestas es el porcentaje de chicharreros que sabrán quien fue don Valeriano: o sea que el bautizo de los espacios públicos y especialmente en la capital sin capital, no es asunto menor. Ciudad gobernada por los llamados nacionalistas, que hoy, precisamente ahora, se quejan de que no tiene vida, que no hay ocio, que La Laguna – a pesar de su clima – es superior (nada que ver con la Universidad) y que el Auditorio costó un montón de millones, el recinto ferial es perfecto para la final de murgas y que el puerto no sirve. Y que, a lo peor, la calle de La Noria tan típica y tan llena de glamour, tenga algo que ver con el agua, con el burro y con dar vueltas sin ton ni son, como la mujer que camina con la botellita de agua mineral. Como el monumento al Ángel Exterminador está refrescado, día y noche, por unos chingos de agua sin cloro, ojo. Alguien le pondrá flores dentro de poco, aunque sea para refrescarse.

Y no olvidamos el asunto :  el agua.

Hace bastantes años que se publicitó que había que tomarse por lo menos un litro al día y embotellada por la cosa de la higiene. Y desde ahí hasta la fecha se ha podido ver multitud de paseantes con la botellita en la mano. Es el nuevo y verdadero poder, más que el petróleo. Encima, atravesamos el invierno más seco desde los años cuarenta del siglo pasado. A perro flaco pulgas. “Yo creo que será la fin” me dice otra liberal señora que pasea, ¿qué fin?, indago, ¡la fin del mundo!¿cual va a ser?, ¡pareces bobo, la fin del mundo!¿es que no lo ves..?, sí.

Pues se intentó regular esta práctica mafiosa y ganó la sinrazón del grifo (los chorros públicos se cerraron y se secaron hace ya muchos años). Hoy se ha entregado este bien que no tiene precio aunque lo tenga y cada vez más caro a multinacionales que gobernarán muy por encima de la comedia, bufa, de las elecciones y de la democracia. Y los ayuntamientos, da lo mismo del partido que sean, deberán agachar la cabeza y las mociones (…) ante el inminente boicot del corte del agua. Empresas testaferros de otras lejanas optaron a la puja por “ser especialistas en fugas” y era mentira y puedo demostrarlo documentalmente: ladrones. No encuentro mejor adjetivo. Lo malo y breve dos o tres veces malo.

¿Qué puede hacer una si no sale agua en el bidé y si se gasta la bombona…? clama al cielo una señora. Pues nada, acostumbrarse; el frío no es malo buena mujer, depende de la capacidad de resistencia de los glúteos ante las bajas temperaturas, creo. ¡Pues no, mi niño, aféitate tu con agua fría, a ver..! Y no deja de tener razón. Lo que pasa es que hay zonas y partes de los cuerpos humanos cada cual con su sensibilidad, a ver si me comprende.

Apuntemos, por si se me olvida,  el asunto de los campos de golf que tantos puestos de trabajo han creado y que nunca tienen sed y se nutren de agua reciclada, dicen. ¿Afirmativo?, no sé. Y, además, citemos lo de gran reserva, que es una marca de agua, antes de que llegue la cartilla de racionamiento para hidratarse (…), por lo que muchos se pasarán al vino que es más barato, menos que el litro de gasolina, también mangoneada por la golfería planetaria y, como no hay mal que por bien no venga, se acabará la cursi recreación de los entendidos viticultores que ponderan el olor a bosque, el paso de boca, el color a cereza, la honradez del caldo (…) y otras mariconaditas de nuevos ricos en desuso. El agua, ya lo hemos dicho, no tiene color, ni olor ni sabor. Pasa de todo, sabedora de su poder imbatible. Y se siente en buenas manos. Limpias, manos limpias.

Y acabamos con este primer capítulo que intentará debatir sobre el agua, asunto mundial que a todos nos interesa, aunque no tengamos acciones de las que se han vendido y se venden en la ominosa plaza de Weyler. Y cuando tenga más datos seguiremos escribiendo, si dios me da salud.

Voy a llamar al director general de aguas del Cabildo que es paisano oriundo para que me asesore. Aunque intuyo que si el azar le ha llamado para ocupar más altos destinos, tirará de citas diciendo para que me calle que “el agua es un bien demasiado importante para dejarla en manos de los fontaneros...” Bueno, convecino, me llamas, quedamos y comemos, ¿vale?

Y me voy, con la boca seca. Lógico.