miércoles, 14 de marzo de 2012

EL GARROTE VIL

Por Cheche Dorta.-
Hay que reconocer que lo que intento escribir es asunto apropiado para hacer chistes fáciles, pero es reciente y muy ilustrativa y a cualquiera con curiosidad le da pie para entretenerse. Y me refiero a la foto de (de) Guindos a punto de ser asfixiado por su colega y correligionario, un tal monsieur  Junker que sigue mandando al paro a los que domina y que merece un pequeño comentario, porque el observar a nuestro máximo representante y responsable (…) de la economía patria, cabezón como un personaje de Berlanga, de barba trancada, bajito y farruco; con un europeo de andar por la casa de los mercaderes de la nada, calvorota como un futbolista en plena forma; un español de este tiempo, en suma, y que aunque perezca mentira fue responsable de Lehman Brother, el banco que empezó el declive adredemente, junto con la Trilateral que se esconde pero gobierna. O sea. Un apolíneo carpetovetónico, aledaño a Esperanza, a Báñez sex símbol,  a nuestro teñido, perdón, Soria. O un poco más radical que Spínola, el carismático socialista todo glamour, puerta con puerta con el teniente Abreu que ya está echándole el ojo a los cementerios y crear en un alarde de imaginación una serie de parques para mascotas, que en mis tiempos era el perrajiento de la pandilla y hoy es, a lo mejor, una iguana pacífica. Cualquiera con sangre no habría permitido este gesto, el del abrazo a don Guindo. Pero ello son los que están al frente amplio, como la de don Luis. La excelencia, per se.

Junker parece decirle a de Guindos el “yo también te quiero” o que “Dios aprieta pero no ahoga”, cuestiones ambas que no se las cree ni nuestro obispo – tiene que ver con el amor al prójimo - que lleva desaparecido desde su nombramiento: un palmero que ejerce, de afeitado cotidiano y sonrisa fácil: un facha con púrpura ribeteada y de cruz sobre su pechito de oro. Nada dice sobre los pobres de este mundo que es, debe ser, su ministerio. Lleva callado y confiando en Cáritas, mientras no se produzca un incendio.

Pues volviendo al abrazo de Bruselas – que  puede ser la rendición de Breda al revés -  a uno le reconforta, o no, que los mediocres del mundo sean lo que demuestra la foto y que algún día veremos besarse con pasión o con frialdad a  frau  Merkel (en La Gomera con su potaje de berros) con la bien parecida danesa, que pasa de todo, porque sabe que le tienen envidia. Y si entre colegas se ve lo que se ve, como será lo que fue en los años pretéritos, dónde los conservadores de la nada negaban el pan y la sal al cacho cabrón del Zapatero remendón, que también va para calvo sonriente. Y de la Cultural Leonesa. Un amor imposible, que dejó el país en la laja, como diría Alexis el del folclore o Nemesio el de las magmas después de  comer, lamentando que en La Restinga se fue el pescado desde que el agua salada pegó (…) a hervir, como si fueran bobos.

El título de este ensayo sin pretensiones viene a cuento porque el garrote – aparte de un deporte autóctono, como el arrastre de ganado – fue la máquina que pasaportaba a mejor vida (…) a los condenados a muerte hasta, más o menos, el año del señor de 1975. De hecho, ojo chicharreros de corazón y otra gente diez, en 1959 se agarrotó en la prisión de Salto del Negro a Juan García Suárez El Corredera y no pasa nada, mejor no revolver la memoria histórica, salvo una leve cancioncilla de los parranderos de media noche pal día. Hoy, en Bruselas, puede recrearse como un pie de foto, el cariñoso gesto de Junker contra nuestro Guindos, diciéndole que perro no come perro, pero que te aprieto las tuercas petit

Creo que hay que mirar la dichosa foto, concentrados y cerrando los ojos con fuerza y determinación a lo mejor vemos la luz al final del túnel del Bicho, perdón, que es el viario que a lo mejor cierra el anillo insular. Y no estoy mal encaminado. Porque si (de) Guindos es el jefe de los economistas y Junker manda mucho, todo es posible. ¡Que se beses, que se besen!, clama la multitud que orina (Lorca) y que, además, grita el racial ¡viva las cadenas!

Como un riquiraca, como una apoteosis, como un coso, como la guinda del pastel. Una vergüenza más que los patriotas (…) de boquilla sabrán hurtar a la opinión pública que sólo lee prensa deportiva, varoncitos peinados como franciscanos y hembritas con el piercing en el ombligo que antes era la vida y hoy es una fugaz ráfaga de ingratitud (ha quedado muy bien este disparate último). Y terminamos diciendo que si en vez de Guindos hubiera o hubiese sido otro de la plebe, las risas de la multitud (que acaba de orinar) se oirían más allá de nuestras fronteras, llamándole güevón o cosas peores.

Pero siempre nos queda la esperanza (…) de que un artista conceptual – como Warhol – repita hasta la saciedad la dichosa foto y dentro de cinco años cuando la crisis se supere para que regresen los que nunca se han ido, una copia de este abrazo se cotizará en la bolsa y ya la gente normal no se preocupará por el índice ni por el IPC, ni por el barril Brent ni por Wall Street, ni por la falta de potencia del Ferrari de Alonso, ni por la próstata. Son gases, mujer, dice una vecina que pasa de todo. No te preocupes. Estamos en buenas manos. Ellos tienen cabeza, tranqui.

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