sábado, 14 de abril de 2012

FASCISTAS

Por: Cheché Dorta.-
Pues vuelvo a encontrarme sin palabra que pueda sustituir al enunciado. El diccionario de sinónimos no lo recoge y me acuerdo ahora que una vez, participando en una tertulia radiofónica,  se me ocurrió en mala hora, decir que “todos los del PP son fascistas” y se me echaron arriba como fieras los de la derecha de toda la vida y tuve que rectificar, con matices. Ya pasó lo que está pasando y lo que queda y en este momento no sé si debo rescatar ese axioma visto. Pero no, diré – sutil y matizadamente – que no todos los del PP son fascistas, pero sí que todos los fascistas están en el PP, especialmente en los pueblos, dónde sus dirigentes son hijos o nietos de ex encargados, medianeros ( porque en las elecciones siguen poniendo la cara por sus patrones más civilizados y coherentes que estas nuevas generaciones, que no se presentan) y oficios varios siempre vasallos y conservadores de la nada; bueno: el escarranchamiento es una seña de identidad que no se cura, como mi azúcar. El modo de caminar. Y el defender a Franco que fue un asesino, sí, muy cruel o el que cualquier tiempo pasado fue mejor. O que tiempo tan feliz, dicen, cuando iban a defecar (…) al barranco. O el porrón al sol, el derecho de pernada o la media peseta de mantequilla. O la Casa Cuna de la que deberemos hablar próximamente.

Dicho esto, lo que está ocurriendo está montado por los fachas y la crisis es una especie de doma para amansar la escasa rebeldía para que dentro de unos años regresar de dónde nunca se han ido y proclamar victoriosos que ya se arregló lo que otros dejaron en la laja. Aplausos y brindis. Y entrega de carnés. Insisto: lo que está pasando es una prueba evidente de la ola de mediocridad que lleva muchos años, mucho antes del innombrable ZP, inundándolo todo. Y de esa circunstancia no podía surgir nada bueno y a la vista está. Una clase empresarial que se lucró sabiendo que no podían seguir destruyendo el territorio y – sobre todo – una masa obrera que no sabía que era obrera, casi analfabeta y con muy escasa conciencia de su papel en este mundo. Y los ayuntamientos que se nutren del pueblo – hay concejales analfabetos e inclusive alcaldes – a la espera de licencias urbanísticas y algo para entretener. Como ahora, pero sin licencias porque las islas las destruyeron.Y en esta masacre han estado todos los elegidos, sobre todo los falsos socialistas, hoy socialdemócratas (ignorantes que ignoran que la socialdemocracia fue anterior a todo lo que vino después) que se dan de baja de ese partido para ocupar un cargo que por el sólo hecho de abjurar (…) del carné ya les invalida para el puesto al que aspiran.

¿Fascistas?, pues creo que si, aunque ellos no lo sepan. Y si aceptamos los recortes en educación y en sanidad es que hemos llegado a la indignidad, a la esclavitud, a los medianeros y al adulón que para mi es el primer problema de Canarias. El adulón. Antes y ahora. El que se quita el sombrero sin calzar sombrero o el que le abre la puerta al patrón – lo he visto – cuándo presenta el último modelo de automóvil quejándose que la cosa está mal, como cuando un hombre rico y respetoso (…) estornudó y el esclavito le dijo “que dios le ayude don…” y el don le respondió con razón  “que te ayude a ti que a mí bastante que me ha ayudado…”. ¡Que gracioso es mi jefe!

Pues hoy es igual. Y los ochenta y ocho municipios de Canarias votaron a los fascistas que, disculpen, no todos son fascistas, pero casi. Y los votantes de la mayoría también, o casi todos.

La crisis la inventaron los fascistas y la arreglarán ellos, porque no me creo que doña Angela y don Nicolas (no llevan tilde la teutona – perdón – ni el cojitranco) sean capaces de hacer algo mejor de lo que hasta la fecha se ha visto, que es castigar como siempre a la mayoría, una contradicción que se repite cíclicamente.

¿Fascistas los del PP…? puede ser y uno se equivoca cada día. Y el pueblo cada vez más llano, también. Y en el PSOE los hay. Alguien, como a la superpoblación, los dejó entrar y no se van ni con agua caliente. Y no llegan, los advenedizos de la izquierda inexistente, a la mediocridad; están un escalón por debajo. La derecha es más cruda y más inteligente, maneja los tiempos y las riendas, las cadenas (no solamente de las teles obscenas), y los mercados. Ah, se me olvidaba, y el agua que es la vida, privatizada por los consistorios y que ya nos están pasando factura, poco a poco hasta pedirla por señas.

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