lunes, 30 de abril de 2012

EL ANILLO INSULAR


Por: Cheche Dorta.- 
Recuerdo que hace unos años, cuando el guateque planetario, alguien me dijo que oyó decir que decían a otro que dijo que dijeron que dicho está que decimos que el Anillo Insular es lo que hay que decir que es obra indispensable y que nadie diga que no escuchó lo que se decía y hay que decirlo y no repetiremos que vamos a decir lo que ya se ha dicho.

Una obra, decían ayer, fundamental., pero hoy no hay dinero; se acabó. Y me agarro a una entrevista que le hace un amigo periodista al consejero de ¡paisaje y carreteras! – una contradicción y basta ver la del Teide, y no hablo del ominoso teleférico, sino de esa recta de asfalto que insulta a nuestra montaña mágica, para mi la más bonita del mundo– que se queja porque las obras se paralizarán, no hay fondos, bueno fondos sí, ni pa piche, ojo, sentencia el preparado político vocacional. Pero hay que decorar las carreteras con picón y con especies vegetales autóctonas. NB: el consejero es de la zona que ha podido comprobar que las medianas e la autovía se han sembrado de otras importaciones, ávidas de sed, como los campos de golf que iban a dar no sé cuántos puestos de trabajo, turismo de calidad y etc. Eran otros tiempos. Hemos cerrado el Barranco del Infierno, apunta, porque dejaban mucha colilla en los senderos, ¿vale?, no. Pues si quiere sugerencias para el paisaje que se atreva a proponer eliminar (…) el piche en Las Cañadas y sustituirlo por picón que en aquellas alturas abunda, que este año, por cierto, se empleará de nuevo en la alfombra de La Orotava,  dedicada a la Fe, que mueve montañas, nunca mejor dicho. Pues el anillo, que si indagamos en profundidad en la etimología puede significar, lejanamente, un culo chico o un culo con pujos, es verdad, no cumplirá las expectativas y quedará en una herradura esotérica porque- ya se sabía- al llegar a Erjos la cosa cambia (reiteramos que ya se sabía) no hay ni había dinero ni fundamento para esta obra innecesaria y muy cara que no se acabará, por lo que lo del “anillo” está muy claro. Creemos.

O sea que una obra que se pensó para acercar al tajo a los norteros – que fueron los únicos que protestaron – ahora tienen razón después de haber perdido su paisaje, su casa, sus goro y su huerta esencial. No es poco, consejero que no aconseja nada bueno. Y se paró el anillo insular que ya no será anillo sino herradura, como algunos caminos. O sea que el objetivo para el que se creo esta obra, para mi innecesaria, ha fallado y quedará fuera la zona insondable que corresponde al macizo de Teno que aún aguanta el acoso de las máquinas que han esquilmado su tierra, nunca mejor dicho.

Y nunca se explicó para qué servía este derroche de dinero y de expropiaciones de fincas. De arrasar con el paisaje que aún no estaba contaminado con el único objetivo de que los constructores de la nada siguieran ganando y cumplir con la cuota de emplear a los braceros. La Isla le importa poco y a la vista está  la cutre arquitectura de las zonas turísticas,  con las escasas  excepciones que se dan. Y son los que se ponen de acuerdo rápidamente para conformar las famosas UTE (Unidad Terriblemente Espantosa) para destruir lo mejor que tenemos. ¡Pero han dado trabajo!, dice un isleño. Y es verdad, pero media verdad : lo indispensable; hoy con menos de la mitad de puestos de trabajo se atiende lo que haya que atender y cobrando menos. Y es como la UVI que es acrónimo más apreciado por la población que la lógica UCI; no es lo mismo Unidad de Vigilancia Intensiva que lo otro, menos castrense o similar.

A lo que vamos: el anillo insular dejará restos irreparables y fue casi bonito mientras duró., sobre todo para los terriblemente espantosos que, eso sí, saben las cuatro reglas. Dejará heridas en el paisaje de la isla y fincas cuidadas con mimo desaparecieron porque las expropiaron, empujados por esta golfería terrible y espantosa, conchabada, perdón, con los consejeros de ¡paisaje! que pide jable para tapar, moderadamente, a las especies invasoras: personas, animales, vegetales y muchas cosas. Y dejará el fallido anillo un poso de tristeza del que contempla lo absurdo de esa obra que se ideó (…) para no llegar a ninguna parte.  Y dejará parados, más aún. Mientras el trío que se retrata – y que todo el mundo sabe a quién me refiero – se queja, otra vez, de que no ganan lo suficiente; sólo les falta hablar. Y hablan, de la falta de inversión (…) y del crédito. Y de los parias de la tierra, porque si hiciera falta para montar otra UTE, cantarían hasta La Internacional. Somos camaradas, a ver si me comprende. Y si no nos hacen caso, iremos a Marruecos, aquí al lado, dónde la mano de obra sale más barata y no protestan. Seguro que no desentonan en cuanto a color, sabor y el modo de caminar.

A mi este gallego no me engaña más, dice el que decía que había que decir que digan lo que digan los ecologistas – esos vándalos – el anillo insular es (era) la obra más importante y más cara de Tenerife. Ya vendrán tiempos, continúa con su vocabulario excelso,  mejores y se regenerará lo que hemos degenerado. Total…, como las playas y las infraestructuras que es la palabra preferida por los alcaldes de Canarias cuyos vecinos todos, todos, votaron al gallego o a Zoria.

Mientras – y desciendo a lo pueblerino – aquí en el Oeste hay desde tiempo lejano un manojo de tuberías que se asoma peligrosamente a la carretera más vieja y más mala de la Isla y ahí sigue, por lo que aconsejo (…) al consejero que a ver si se atreve a plantarle cara a los dueños de esos tubos y que los quiten, porque en este tramo no ha pasado una desgracia porque dios es grande, omnipotente y poderoso. E invisible.

El anillo insular no se terminará, de momento. O sea que mintieron otra vez. A mi no me engañan más, dice el que dijo lo que dijo que alguien dijo que dijera lo que seguirá diciendo…

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