lunes, 23 de enero de 2012

SAAVEDRA

 
Por: Cheche Dorta
Don Jerónimo de Saavedra y Acevedo es el Diputado del Común de los Mortales o Defensor ante la Injusticia. Un paso más en su excelente carrera política, después de haber sido casi todo en su tierra y en sus océanos. Lo que no entiendo – y es la esencia de este pretencioso ensayo –  el porqué tenga que dejar su partido para ostentar ese otro escalón que, pienso, no está reñido (todo lo contrario) con ser socialista, pues se trata de defender al indefenso al que el estado no le da solución a sus problemas que son muchos. No lo entiendo. Lo de Santos sí, por lógica advenediza que no es contradictoria. Y no lo nombro más.

Pero lo de don Jerónimo - ¿recuerdan cuando se le decía Momo, con el humor de Clave de Ja o similar…? - que era cuando ni los militantes socialistas se atrevían a colgar sus carteles de candidato, acorralados, como hoy, por los fachas rústicos que hoy se apuntaron a la libertad sexual porque está de moda, o le salió un vástago rebelde sin causa, y así está llena la avenida, todas las avenidas, de putillas sin criterio y mariquitas tecnológicos, nada más y nada menos. Nada que ver con la libertad. Se quedan sin cobertura (…) y se llena la calle de tristeza inútil. Lo de Saavedra no lo entiendo: porque abjuró de la pertenencia a un partido que debió defender y preferir a un despacho en su querida isla adoptiva de La Palma, siempre fue bastante palmero. El que va a esa isla, tan dulce, me dijeron, célibe y sin compromiso, o se casa  o le casan, está escrito y puede comprobarse. El sabrá. Un adagio de Mahler tranquiliza mucho. Y si se tiene como secretaria a una palmera integral, pues ni les cuento. Es lo más in del relajo.

Bueno, rectifico, sí lo comprendo, dado que en el país de los ciegos el tuerto es el rey, hasta el otro día, como quien dice. Véase, perdón, que Abreu, don Javier,  es un líder del patrimonio de la humanidad doliente y encabeza, sin apenas discusión o muy poca, los delegados del PSOE al congreso que regresará a la nada, mirando para otro lado. Un discípulo de Saavedra. O de Juanfer, que con su recorrido precoz, no ha sido capaz de desenmascarar a los advenedizos que se han colado como torpedos en la línea de flotación de la socialdemocracia: Tino, verbigracia, otro líder casi violeta que logró aprobar la única moción que la izquierda (…) introdujo (…) en el consistorio capitalino nominando a Santa Cruz como ciudad preferente para el turismo gay. Y el que no se consuela es porque no quiere o no puede. Y los que estaban en el lugar adecuado viendo botar la pelota de las teresianas (…),  todos absueltos. My God.  Fue, me dice el filósofo defensor de la vaca basta del país, cuándo los ex dirigentes presuntamente rojillos se afeitaron la barba y el bigote de toda la vida y se convirtieron en desleales a su propio espejo de cada  mañana. Ahí se produjo la metamorfosis que dio lugar al regreso de los de siempre que estaban esperando a que cayera el fruto maduro, la breva, para retomar el poder que jamás perdieron. No se les puede dejar solos. Ya les dimos una prórroga y se apuntaron a las procesiones. Les quitas sus santitos y se quedan en nada, pontifica un liberal de toda la vida, Alarcó, verbigracia, olé.

Pues ahora, muchos siglos después, Saavedra  recibirá a los impertinentes que se quejan por nada,  en un coqueto palacete dónde tomará nota y trasladará sus protestas, algunas justificadas, a las instituciones por el conducto (…) reglamentario. ¿Le parece poco?, sí. Pues vaya a los sindicatos, en general una cuadrilla de gandules indispensables. Yo…(reparemos que don Jerónimo fue cargo importante, los tiene todos, hasta de la UGT, años ha…) llamo a la secretaria del secretario y su voz será escuchada, ciudadano. Tendrá respuesta antes de la operación quirúrgica o el desahucio, lo juro. Regresemos a Mahler, porfa, y al ma non troppo, una gozada  que solo sabemos entender  los mansos de corazón y  los espíritus puros y/o epicúreos, como nos, a proponer. Nada que ver con los delegados/as. Quéjese, compañero, ¡ay, perdón!, caballero, que aquí en la sede le damos curso y no dude que dentro de tres años y pico, más o menos, tendrá respuesta, cuándo don Mariano coja centro, desaparezcan las agencias de calificación de los países de Europa, la bolsa suba, España reduzca el déficit y haya sólo seis millones y medio de parados, pero la bolsa sube y sube… y los medios de comunicación, independientes como yo, no hablen de crisis como ahora y la leal oposición domesticada haciendo patria, y Concha, sorry Chacón, subiendo a la tribuna a defender al pueblo llano que ya no insulta a ZP, el pobre, retirado y pasando sus vacaciones en la tibia Maragatería. Y la bolsa subiendo. Y nos acostumbraremos a pagar veinte euros por visita al médico del seguro (…), aceptando el copago porque lo barato sale caro, etc. Que pase el siguiente. Es la hora del te.

Termino, de momento, sin entender con claridad el que Saavedra haya dimitido de socialista. El sabrá, que sabe mucho.  Pero uno se queda con la sensación de que toda una vida no puede resumirse en un despacho en La Palma, aunque su principal colaboradora sea una palmera integral. 

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